8/10/2005

26° Crónica: OLLAGUE. Adios a Chile y eternamente agradecidos.

¡¡¡¡Hola!!!!

Esta Crónica va atrasada pero aquí está.

Salimos de Calama despidiéndonos de una familia encantadora, Cristian, Sandra y su hija Franchesca Arriagada. Estuvimos en Calama más tiempo de lo esperado debido a que Cristian es un anfitrión cojonudo y además consiguió, con su influencia carcelaria, cambiarnos la cremallera de la carpa, qué felicidad, ahora podemos cerrarla y por la noche no tenemos que tirarnos media hora para conseguirlo. ¡¡tremendo alivio!!

Salimos de Calama dirección norte, rumbo a Bolivia, un total de 236 km. Estábamos bastante intrigados con el recorrido y su dureza, porque subíamos de 2.400 a 4.000 msnm. y eso nos imponía bastante respeto. Pero el recorrido que nos encontramos fue una gozada. Paralelo a la vía del tren, pasamos del desierto de Chiu-Chiu, el Cañón del río Loa y las pampas volcánicas, a descubrir una inmensidad de contrastes, de colores, luces intensas y relieves muy suaves camino del altiplano invadido de volcanes majestuosos (San Pedro, San Pablo y Ollague entre otros) y salares fantásticos, con flamencos y vicuñas incluídos.

Una ruta que la hicimos muy tranquilos en 5 días. Disfrutando con uno de los mejores paisajes de Chile, durmiendo gracias a la amabilidad de su gente y pedaleando a gustito porque el viento, por una vez, no nos tocó las pelotas. En Chiu-Chiu (2.500 msnm) el pueblo nos puso todas las facilidades para montar la carpa en un terreno privado; en Estación San Pedro (3.240 msnm), Daniel nos abrió la escuela enfrente de las vías; en Estación Ascontan (3.965 msnm), los carabineros hicieron lo mismo, nos abrieron la casa-estación; la siguiente noche la pasamos en un sitio increíble gracias a que dos días antes, una simpática pareja de Santiago, después de pararse en la carretera y ofrecernos dos manzanas, nos lo revelaran. El mirador sobre la Laguna Verde de Carcote nos fascinó tanto, que casi nos quedamos dos días (no lo hicimos por no tener agua). Y terminamos el quinto día cruzando la frontera con Bolivia, por Ollague, para dormir unos km más adelante en la escuela de Estación Avaroa. Lo mejor, el último detalle chileno, el policía de frontera viendo que nos habíamos comido todo, porque pensábamos que no se podía pasar nada, nos regaló una bolsa con fruta, atún y galletas. Genial!!!

El único punto negativo y muy doloroso de esta etapa fue la pérdida del carrete de fotos, una lástima. ¡¡¡mierda!!! El carrete se fue al carajo, porque con tanto traqueteo del camino, el cierre de la cámara se rompió y al cogerla, se abrió y se jodió.

Bueno, ahora empezamos la etapa Boliviana.

Un beso muy grande a Teresinha, Mamá Curris y Lobo, pasarlo bien en Portonovo.
Un besazo enorme a Mamá Chelo que no escribe en patagonicos, pero sí lo hace en el correo.

Un saludo y que les vaya bonito.